martes, 25 de mayo de 2010

Un brindis agridulce por el Bicentenario

Hoy celebramos el 25 de mayo. No sólo lo recordamos, lo celebramos. Porque nos genera alegría ser independientes de un gobierno ajeno, porque nos da satisfisfacción tener un gobierno propio, porque nos llena de emoción no ser más un virreinato, porque queremos recordar aquel Cabildo lluvioso, conmemorar a Moreno, Belgrano, Saavedra. Porque no queremos que caiga en el olvido aquel espíritu de libertad que reinaba en esta tierra hace ya doscientos años. ¿o sí queremos?
¿Queremos los argentinos realmente celebrar la independencia? ¿queremos celebrar el autogobierno? ¿enaltecemos la revolución de mayo por haber sido una revolución liberadora o la enaltecemos simplemente por haber sido NUESTRA revolución?
Si realmente celebraramos el 25 de mayo, si realmente hicieramos de esta fecha una ocasión para enaltecer la esencia de la revolución, entonces deberíamos replantearnos la fidelidad que rendimos a nuestros valores.
No podemos celebrar una independencia y después condenar otra. O podemos, pero caeríamos en la hipocresía y la contradicción. Si nos enorgullesemos de que reine el espíritu libre debemos defenderlo no sólo en los libros de historia o en los actos escolares. Debemos defender la libertad como valor esencial de la dignidad del hombre. Y de esta celebración de libertad se desprende no sólo la libertad de nuestros compatriotas a comienzos del siglo diecinueve . Se desprende la libertad de cada individuo de hacer prevalecer su propia autonomía por sobre la voluntad que otros quieran imponerle.

Adelante entonces. Celebremos el 25 de mayo. Celebremos la revolución. Celebremos la independencia y la autonomía. Pero no seamos hipócritas. No seamos contradictorios. No nos sintamos orgullosos de haber hecho un avance en pos de la liberación hace dos siglos mientras que hoy tomamos pasos agigantados hacia el camino a la servidumbre. No celebremos con júbilo la libertad de aquellos históricos criollos mientras aplaudimos también la tiranía de los argentinos contemporáneos.
Celebremos. Recordemos. Seamos, como hace doscientos años, cada vez más libres y menos esclavos. Fieles a ese ideal bicentenario, nosotros seguimos escribiendo.

Opiniones sobre Mahoma y la libertad de expresión

Luego de la invitación a que debatieramos el tema de libertad de expresión vs libertad de culto, presento algunas ideas interesantes a la luz de una resolución emitida por la ONU al respecto:
- La ONU parece haber tomado una postura sobre nuestro último post.
- Alemania y Canadá, sin embargo, no están muy de acuerdo.
- Aaron Powell tampoco. Su último post se titula "Making fun of religion is not a rights violation"

La ONU dice:
"Defamation of religious is a serious affront to human dignity leading to a restriction on the freedom of their adherents and incitement to religious violence"

Alemania dice:
"The European Union does not see the concept of defamation of religion as a valid one in a human rights discourse," [...] "The European Union believes that a broader, more balanced and thoroughly rights-based text would be best suited to address the issues underlying this draft resolution."

Canadá dice:
"It is individuals who have rights, not religions," [...] "Canada believes that to extend (the notion of) defamation beyond its proper scope would jeopardize the fundamental right to freedom of expression, which includes freedom of expression on religious subjects."

Aaron Powell dice:
It is up to the faithful to show why their views deserve tolerance and respect. From where I sit, it’s clear that religion should be tolerated where it does no harm, but that religious beliefs–like any other beliefs asserted without evidence–do not warrant prima facie respect. A religion that demands I cease pointing out this lack of evidence so as to protect its believers from feeling like fools is a religion that deserves anything but “tolerance and respect.”

jueves, 20 de mayo de 2010

Si la montaña no va a Mahoma

Hoy, 20 de mayo, es el día de "Todos dibujamos a Mahoma".
Esta idea se inspiró a partir de que los dibujantes del programa South Park recibieran amenazas terroristas por escribir un capítulo en donde Mahoma aparecía representado (disfrazado de oso):




Este acontecimiento remarca la importancia de replantearnos ciertas preguntas como ¿cuál es el límite de la libertad de culto? ¿hasta qué punto la libertad de culto puede funcionar como un limitante de la libertad de expresión? y especialmente ¿debe el estado censurar este tipo de publicaciones en respuesta a los reclamos de los grupos islámicos?
Muchas preguntas, ¿alguna respuesta?

lunes, 17 de mayo de 2010

¿Ya definiste tu orientación?

Por supuesto, me refiero a orientación política.
Ni capitalistas ni comunistas. Ni Radicales ni Peronistas. Ni demócratas ni republicanos. Ni liberales ni conservadores. Ni de derecha ni de izquierda.
Claramente, la distinción unidimensional se queda muy corta a la hora de definir un espectro tan amplio de ideologías. La dicotomía "izquiera" o "derecha" simpre me generó cierta incomodidad. Soy de derecha si me opongo a la intervención del estado en la economía pero de izquierda si creo que el estado debe ser independiente de la religión. Soy de derecha si me opongo a un salario mínimo pero de izquierda por estar a favor del matrimonio gay. Es hora de que el simplificado antagonismo izquierda-derecha tome otra dimensión.
Eso es precisamente lo que hizo un tal David Nolan al crear el "Nolan Chart". Literalmente agregó una nueva dimensión al espectro político. 

Ahora tenemos dos ejes para analizar.
1) La ideología política en cuanto a temas "personales"(libertad de expresión, temas sexuales, etc)
2) Ideología política en materia económica (distribución del ingreso, libre comercio, etc).

Si todavía no tenés clara cuál es tu identidad política, the world's smalles political quiz (click sobre el link) te puede ayudar. Como su nombre indica, son solamente 10 preguntas multiple choice que te ubican en el cuadro de Nolan. Lo recomiendo.

jueves, 13 de mayo de 2010

Caos en el tránsito


Cualquiera que maneje, tome un taxi, un colectivo, o simplemente camine por Buenos Aires, notará el desastre del tránsito. Una de las causas del caos, quizas la principal, son los piquetes.




Los periodistas, los protagonistas(piqueteros y conductores), la mayoría de abogados y hasta los jueces plantearon siempre el problema como un choque de derechos. Por un lado, el derecho a transitar libremente (art 14 CN) , por otro, el derecho a la libre expresión (también art 14 CN).
Si creés que es así? cuál te parece que debe "ganar"???


Una visión distinta, muy interesante, es la sostenida por H. Spector. Spector dice que cuando tenemos un espacio público o una propiedad pública (en este caso la calle o rutas) por definición no tenemos dos derechos privados en conflicto. Entonces, cuando se presenta el conflicto entre personas que quieren transitar por la vía pública sin interferencias y grupos "protestadores" que pretenden usar la vía pública como lugar de protesta, el problema no es entre dos derechos privados, sino entre dos pretensiones de uso sobre recursos públicos. Para Spector, esto tiene que ser resuelto por el Congreso, no por los jueces (dado que no hay choque de derechos)


Los huevos NO, otro placer menos.

Qué hombre, sinceramente, puede negar el placer de rascarse los huevos???

En Italia se prohíbe por ley rascarse la entrepierna. La Corte de Apelación italiana ha emitido una nueva norma por la que prohíbe a sus ciudadanos masculinos que se rasquen la entrepierna en público. Los magistrados sostienen que rascarse ciertas partes del cuerpo es un “acto contrario al decoro y a la decencia“

Oro rojo

Hoy La Nación publicó una nota cuyo título era bastante elocuente: "No alcanzan los donantes de sangre para el garrahan". No hace falta ser un experto en hemopatía para explicar este fenómeno. Cualquier alumno de Economía se secundaria (o por lo menos quiero creer que los míos) puede explicarlo.
La transfusión sanguínea es un mercado. Hay "vendedores" (quienes entregan la sangre) y hay "compradores" (los que la reciben). Un comprador y un vendedor son condición suficiente para que exista un mercado. Sin embargo, este mercado tiene una particularidad: su precio. El hecho de que la compra-venta de órganos esté prohibida no implica que no haya un precio. Simplemente es un caso, como tantos otros, donde el gobierno ha fijado un precio máximo. La particularidad de este mercado es que ese precio máximo es igual a 0 (nadie puede pagar ni recibir más de $0 por una transfusión sanguínea).
¿Qué pasa en las estaciones de servicio cuando el gobierno fija un precio máximo para la nafta? Hay escasez. Es decir, ciertos vendedores no llegan a cubrir sus costos con ese precio y por lo tanto no venden. Como consecuencia, hay personas que se quedan sin cargar nafta aun cuando estarían dispuestas a pagar más por ella. Y por no poder subir el precio hay empresas que se quedan sin venderle a estas personas. Este es uno de los tantos casos en donde la intervención del Estado no sólo viola los derechos de las personas sino que además afecta su bienestar.
El mercado de la sangre no se diferencia en nada (o en casi nada) del mercado de la nafta. Juan necesita recibir sangre. Juan estaría dispuesto a pagar por esa sangre (y mucho). A Nicolás le gustaría entregar su sangre pero, ya sea por miedo, dolor o tiempo invertido siente que este acto le implica un costo. Si Juan y Nicolás se conocieran sería cuestión de minutos hasta que ambos se pusieran de acuerdo y Juan le pagase a Nicolás un precio que lo compensara por los costos que para él implica la transfusión. No sólo ambos estarían más felices, ¡la vida de Juan se hubiera salvado!. ¿Por qué no pasa esto en la vida real? ¿por qué en la vida real Juan se muere o su operación se pospone hasta conseguir un donante voluntario (si es que alguna vez aparece)? Porque en el mundo real el Estado ha puesto un precio máximo igual a $0. Y como Nicolás no está dispuesto a entregar su sangre por $0, entonces el acuerdo nunca se concreta. Juan se perjudica porque podría haber recibido la sangre que necesita. Nicolás se perjudica porque podría haber recibido el dinero. ¿Quién se beneficia? Quien sea el beneficiario por favor identifiquese y explíqueme porqué a costa suya seguimos violando los derechos de Nicolás y poniendo en juego la vida de Juan.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Contra el Bicentenario

CONTRABANDO: introducción o exportación de géneros sin pagar los derechos de aduana a que están sometidos legalmente.

En la época del Virreinato, la economía de Buenos Aires se desarrollaba principalmente en base al contrabando.
Para celebrar los 200 años de nuestra patria "libre", recordemos algunos vocablos vinculados con la actividad criminal:
(1) HURTO: tomar o retener bienes ajenos contra la voluntad de su dueño, sin intimidación en las personas ni fuerza en las cosas.
(2) ROBO: quitar o tomar para sí con violencia con fuerza lo ajeno.
Ahora, teniendo claras estas definiciones, leamos lo que publica La Nación sobre los festejos del 25 de mayo:

"Para todo el año, el Bicentenario tiene una partida de $ 163,9 millones, de los cuales $ 32,7 millones ya están comprometidos, lo que implica un 20% de ejecución, según datos oficiales del Ministerio de Economía."

En otras palabras, el Estado tomará de cada familia parte de sus ingresos para financiar esta celebración, y lo hará sin su consentimiento. De acuerdo a la definición (1), tomar de otro sin su consentimiento significa hurtar. Dado que en caso de no colaborar con el Estado, los individuos deberían enfrentarse al monopolio de la fuerza estatal, la definición (2) nos indica que este acto debe ser identificado no como un huerto sino como un robo. Tan simple como eso. 200 años haciendo honor a aquella actividad ilegal que hizo famoso este humilde puerto sureño.
El libertarianismo es la filosofía que defiende los derechos de los individuos. Si aceptamos esta premisa entonces necesariamente tenemos que aceptar que el Estado no puede organizar una celebración como ésta sin violar el derecho de cada individuo a disponer libremente de su propiedad, su ingreso. En otras palabras, el Estado no puede organizar un acto del Bicentenario que cueste $160 millones y obligar a todos sus ciudadanos a financiarlo. Si así lo hiciese, estaría violando los derechos de las personas, estaría cometiendo un robo y estaría convirtiendose en un ladrón. Que Dios y la patria se lo demanden...

sábado, 8 de mayo de 2010

Distintos Iguales, Separated but Equal

En la blogosfera ditelliana hace tiempo que pisa fuerte (si es que nuestros humildes nichos de mercado alguna vez pudieran ameritar esta calificación) el interesante Todos Distintos Todos Iguales (TDTI). En esta ocasión presentan una polémica postura sobre el casamiento homosexual sobre la que me gustaría comentar.
Nuestro colega de TDTI explica que si bien jamás votaría en contra del proyecto, probablemente se hubiera abstenido. Su posición expresa:
"El estado no tiene porqué entregar un derecho positivo. Desde el punto de vista liberal, el estado solo debe generar las leyes que favorezcan la subsistencia de la sociedad misma"
La idea es interesante. Toma el concepto de libertad negativa, el cual define a la libertad simplemente como la asuencia de restricciones, y a partir de ahí argumenta que el Estado no está violando la libertad de los homosexuales ya que no les prohíbe nada sino que simplemente no les otorga el derecho a casarse. Tengo 2 criticas a esta idea. Una dirigida a los nerds filosóficos y otra para el layman (en ese orden):

Marche un manual para la Sala 2!!

Parece que los amigos de la Sala II de la Cámara Federal Porteña no leyeron el Capítulo 1 del "Manual para la legalización". Dicen que fumar marihuana no es un acto netamente privado ya que afecta la "salud pública". Suponiendo que un concepto colectivista como este realmente existiera. ¿En qué sentido la salud pública está siendo afectada? ¿acaso el hecho de que A consuma drogas afecta la salud de B? ¿Que A se fume un pucho en su casa hace que B, en la otra punta de la ciudad, contraiga cancer de pulmón? ¿entonces si le aplicamos parches de nicotina a B, que no fuma, estamos ayudando también a A?
No creo que sea este el punto al que se refiere la Cámara. Probablemente hagan referencia al hecho de que la conducta de una persona que pone en riesgo su propia salud termina aumentando la demanda de salud que el Estado ofrece gratuitamente y por lo tanto afectando esta so-called "salud pública". Lo primero que deberíamos replanteranos entonces es si queremos que el Estado obligue a unos a darle salud a otros. Suponiendo que esta fuera una de sus funciones, aun en ese caso cuestionar las acciones privadas de los hombres simplemente porque terminan repercutiendo en la demanda de salud pública nos llevaría también a cuestionar acciones como el fumar tabaco, el tomar alcohol, no ir al gimnasio, tener una dieta alimenticia nociva and so on... Al fin y al cabo, todas estas actividades condicionan la salud privada de las personas y, en una sociedad donde el Estado obliga a unos a pagarle la salud a otros, da lugar a argumentos confusos basados en este cuestionable concepto de salud pública.

Por atrás NO.


El Parlamento de Uganda, con el apoyo de la mayoría de la población, va a aprobar una ley que castiga la homosexualidad. No es como acá que no se permite el matrimonio.Uganda va un poco mas lejos en la violación de derechos, persigue penalmente a los homosexuales. El proyecto incluye pena de muerte para la "homosexualidad agravada"y prision para quienes tengan sexo homosexual .
Pero hay más, también se pena con prisión hablar en publico a favor de la homosexualidad, increible. Hasta aca este proyecto de ley viola, como mínimo, el derecho a la autonomía, el derecho a la privacidad, el derecho a libre expresión , el derecho a la igualdad.
Igualmente, si esto aún no te alarma y te parece bien que haya una ley así porque crees que la homosexualidad es mala (porque atenta contra la familia, porque es innatural, porque propaga el sida), el proyecto también incluye la prisión para quienes practiquen sexo anal y peor aún, para quienes sabiendo que otros tienen sexo anal, no lo reporta. Me parece hasta gracioso, pero pensa que realmente se puede ir a prisión (y la carcel de Uganda no debe ser muy linda) sólo por tener sexo anal o por no reportar al Estado que mi amigo/a tuvo sexo anal.

"We smoke pot and we like it a lot"

"We smoke pot and we like it a lot"(fumamos marihuana y nos gusta un montón), la versión local de la Marcha Mundial por la Legalización de la Marihuana.
Esta pregunta: por qué alguien que se quiere fumar un porro en su casa, sin molestar a nadie, es considerado un delincuente?" llevó a que Buenos Aires se sume a una convocatoria que desde hace tres años congrega a fumadores de Amsterdam, Berlín, Nueva York, Washington, Barcelona, Auckland, Londres y otras 113 ciudades del mundo todos los 5 de mayo.

viernes, 7 de mayo de 2010

El horror de los constitucionalistas

¿Qué dirían ellos, los representantes del pueblo de la Confederación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente, si leyeran esta noticia sobre la propuesta que Menem presentó en el Senado para que el debate sobre el matrimonio gay se sometiera a una consulta popular? A primera vista esta propuesta puede parecer sensata, apropiada democrática o pluralista. En mi opinión es tiránica, invasiva, opresiva y va encontra de las libertades más básicas del ser humano.

El concepto de democaria constitucionalista se apoya sobre la existencia de una consitución que garantiza ciertos derechos básicos e inviolables a sus ciudadanos. Estos derechos, por ser fundamentales e inalienables, no pueden ni deben ser sometidos al invasivo criterio de las voluntades de las mayorías.
Si Argentina se organiza como una democracia constitucionalista, bajo ningún punto de vista puede dejar que las pasiones o la subjetividad de las mayorías se impongan por sobre las libertades de los individuos o, más básico aún, por sobre su propia constitución.
En tanto y en cuanto el Arítculo 19 de nuestra Constitución siga defendiendo y permitiendo "las acciones privadas de los hombres que de ningún modo afecten a un tercero", ningún referendum o consulta popular, por mayoritaria que sea, puede prohibir el matrimonio homosexual.

domingo, 2 de mayo de 2010

La lotería moral.

Si hoy en Argentina te encuentran con marihuana, vas preso. Si vivís en Afganistan y tu esposa te es infiel, la penarían con flajelos físicos o incluso la lapidación hasta la muerte. Si sos judío y vivias en Alemania entre 1933 y 1945, no la ibas a pasar bien. Si creias en el socialismo y apoyabas las ideas de izquierda en la Argentina del 70´, probablemente desaparecias. Si sos homosexual y vivías en texas en el 1986, te hubiesen castigado por sodomia (sexo inapropiado).
Entonces , parece completamete aleatorio qué es correcto y qué no. Lo moral o inmoral dependerá de donde estoy. Si naci en medio oriente será una cosa, si naci en europa otra.

La discusión sobre si estas prohibiciones eran válidas o no se planteó desde la perspectiva "relativismo vs universalimo moral". Los relativistas sostienen que cada cultura tiene su propia creencia de qué es lo correcto y qué lo incorrecto y que por lo tanto, ellas mismas deben establecer su código moral. Los universalistas dicen que hay norma morales cuyas validez y juzgación son independientes de los códigos morales de una cultura en particular.

Me parece equivocado plantear este problema desde el dilema relativismo vs universalismo. La solución para saber si esta bien castigado el gay que tiene sexo inapropiado o el argentino que fuma marihuana, no pasa por definir el valor del código moral de cada sociedad o por buscar una norma moral superior
Si creemos que los individuos tienen derechos se sigue que para que exista una restricción a su acción tiene que haber otro derecho en juego. Y como son los individuos quienes tienen derechos, sólo habra restricciones válidas si hay individuos. Por lo tanto, apelar a "codigos morales" o instituciones , no justifica la restricción a una acción. Las personas no son parte de una "megaempresa" ante la cual se deben sacrificar por un "bien superior".
Sostener lo contrario implicaría tratar a las personas como medios. Desde nuestra visión, sólo hay personas individuales con vidas separadas. Y las únicas restricciones permitidas son permisiones indirectas. Por ejemplo: no robes porque violás el derecho de propiedad de otro; no mates porque violás el derecho a la vida de otro. Toda otra prohibición que vaya mas allá, es decir que no sea una restricción para proteger un derecho, es inmoral.

sábado, 1 de mayo de 2010

Manual para la legalización, Capítulo 2

En la primera entrega, explicamos cómo aquellas personas que defienden la prohibición de las drogas argumentando que estas "hacen mal" caen inexorablemente en una fuerte contradicción (a menos que estén a favor también de criminalizar el alcohol, el tabaco, la falta de actividad deportiva, la comida chatarra y otras prácticas nocivas para la salud).
En este segundo capítulo del "Manual para la legalización" estudiaremos otro argumento comunmente escuchado y trataremos de determinar, más allá de si estemos de acuerdo o no con su esencia, si es consistente con la política de drogas en nuestro país.

"Las drogas deberían estar prohibidas porque generan adicción"

Este argumento dice algo así como:
1) Las drogas generan adicción.
2) Para proteger a sus ciudadanos, el Estado debe prohibir aquellas sustancias que generen adicción.
===> 3) El Estado debe prohibir las drogas.

Para los que hayan leído el Capítulo 1 de este manual, no les costará demasiado darse cuenta en qué dirección va a ir nuestro argumento. Si las drogas están prohibidas porque generan adicción entonces deberíamos preguntarnos qué otras sustancias (o hábitos) presentes en la sociedad generan adicción también. Veamos algunos ejemplos:

- Cada año, casi 35 millones de personas intentan dejar de fumar. Menos del 7% logra dejar el hábito. ¿Acaso la nicotina no genera adicción? (más info acá)
- Un argentino promedio de más de 15 años consume 8,4 litros de alcohol por año, un estadounidense 8,6 y un irlandes 13,7. La Organización Mundial de la Salud estima que viven en el mundo alrededor de 140 millones de personas sufriendo de alcoholismo. ¿Acaso el alcohol no genera adicción?

Subamos un poco el nivel de la polémica y veamos algunos ejemplos más originales:
-La organización Gambling Therapy se jacta de haber ayudado a "several thousands" de personas que voluntariamente pidieron tratamiento para poder dejar de apostar. Cada año, 3 millones de personas padecen la patología de un adicto al juego en Estados Unidos. ¿Acaso el juego no genera adicción?

Y para acabar...
- Encabezada por el indisputado Tiger Woods, la lista de adictos al sexo  en Estados Unidos asciende a aproximadamente 20 millones de personas (si hiciste click en el link y tu nombre no aparece, sabé que la base de datos por ahora sólo alcanza a EEUU). La OMS incluyó el "excessive sexual drive" entre las enfermedades catalogadas (me pregunto ¿cuánto será excessive? sólo por curiosidad..). ¿Acaso el sexo no genera adicción?

Sin duda que algunas de estas catalogaciones son cuestionables. Pero la misma vara que se usa para medir la adicción en un caso, es la que se usa en los demás. Nuevamente, podríamos remitirnos al gráfico que mostramos en el capítulo anterior (fuente acá) para ver que la nicotina se encuentra por encima de la cocaína y la marihuana en el ranking de dependencia. Lo llamativo es, que a pesar de todo esto, ni la nicotina, ni el tabaco, ni el juego se encuentran prohibidos en la mayoría de los países del mundo. ¿Acaso los legisladores de esos países realmente creen que el alcohol no genera adicción? ¿acaso ven en la marihuana, el hashis o el éxtasis un componente más adictivo que en la nicotina?
Las personas que defienden una concepción paternalista del Estado suelen alabar las acciones que éste lleva adelante para proteger a sus pobres e indefensos ciudadanos de los riesgos de las sustancias adictivas. Pero es llamativo notar como mientras los gobiernos destinan millones de dólares en campañas antinarcóticos que durante décadas han demostrado ser infructuosas, permiten al mismo tiempo el desarrollo de industrias enteras que no sólo comercializan sino que también publicitan productos como el alcohol o el cigarrillo.
He aquí una enorme contracicción. Y sólo hay dos formas de abandonar esta contradicción. O reconocemos el derecho de las personas a ser ellos los propios guardianes de su salud, aún cuando decidan experimentar una práctica adictiva (posición que defendemos en este blog), o nos tomamos en serio el argumento de que el Estado debe prohibir aquellas sustancias que generan adicción y criminalizamos el consumo de alcohol, de cigarrillos, el juego y, en una de esas, también el sexo.

En el próximo capítulo el argumento probablemente más arraigado en la posición antidrogas: "Las drogas deberían estar prohibidas porque afectan el juicio de quienes las consumen y, por lo tanto, terminan afectando la seguridad de los demás"

PD: Dado que nos vamos acercando al final de este manual, si alguien tiene un argumento que no hayamos considerado por el cuál las drogas deberían estar prohibidas, hable ahora o calle para siempre.