viernes, 29 de octubre de 2010

Nuevo fallo permite el consumo de Marihuana.

El martes pasado, la Cámara Federal decidió que la tenencia de dos cigarrillos de marihuana no es delito. Los jueces entendieron que la droga estaba destinada para consumo propio y no aparejaba peligro concreto o daño a derechos o bienes de terceros. Uno de los jueces, Farah, declaró (de acuerdo con la jurisprudencia de la CSJN en el fallo Arriola) la inconstitucionalidad del art 14 de la ley 23737.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Soros sobre la Proposition 19

El multimillonario y flántropo George Soros se pronuncia a favor la legalización de la marihuana y la Proposition 19. Su artículo en el Wall Street Journal (en castellano) acá.

martes, 26 de octubre de 2010

Oppenheimer sobre la Proposition 19

A una semana de la votación en California sobre la legalización de la marihuana, Andrés Oppenheimer escribe sobre el tema en La Nacion.
Más allá de esta nota, ¡qué poca cobertura por parte de los medios argentinos de un acontecimiento tan trascendente! Libres o Esclavos siempre presente en la defensa de los derechos individuales. Seguiremos informando.

lunes, 25 de octubre de 2010

Censo Nacional - ¿El caso de un mal público?

Un bien público es un bien que el mercado no puede proveer por sí sólo de forma eficiente. Si una empresa privada construyera un faro (ejemplo típico de Economía 1, hecho obsoleto por Ronal Coase en 1974) le sería muy difícil cobrar a cada barco que utilizara su luz para guiarse en el océano. Es así que difícilmente un empresario destinaría su dinero a un proyecto como éste ya que al no poder cobrar un precio a sus usuarios (quienes de todas formas estarían dispuestos a pagar por él) la inversión difícilmente resultaría rentable. Aunque los navegantes pagarían gustosos por los servicios de un faro el faro nunca se construye.
Quienes definenden con argumentos sensatos que el gobierno debe realizar un censo probablemente argumenten que estamos ante el caso de un "bien público".

Si bien el argumento puede resultar lógicamente consistente, es interesante considerar una explicación alternativa.
Desde fines de la II Guerra Mundial Hong-Kong ha funcionado como un ejemplar caso de economía de libre mercado. Durante casi cincuenta años fue considerada la economía más libre del mundo (según este ranking). En esos mismos cincuenta años pasó de ser una economía tan pobre como Jamaica a ser incluso más rica que Inglaterra. Quien investigue estos datos en época de posguerra se encontrará con una tarea algo difícil (pero no imposible). Sucede que el gobierno de Hong-Kong, encantado con la prosperidad que la no intervención le había provisto, decidió durante mucho tiempo NO computar estadísticas oficiales.
Al preguntarsele a John Cowperthwaite, secretario de finanzas y principal impulsor del modelo liberal de la isla, sobre el porqué de la ausencia de estadísticas oficiales su respuesta fue:
"Si les dejo computar esas estadísticas, querrán usarlas para controlar la economía."
El argumento del censo como un bien público puede ser razonable. Sin embargo, considerando el envidiable desarrollo que el pueblo de Hong Kong ha vivido gracias a una economía descentralizada vale la pena considerar si ese activo tan valioso que es nuestra información no podría, a través de un censo, pasar de ser un "bien privado" a un "mal público".


PBI per cápita. Hong Kong y Argentina. 1960-2008















































































viernes, 22 de octubre de 2010

Experimentos sobre el salario mínimo

En las últimas semanas de ausencia bloggera tuve la oportunidad de realizar un interesante investigación con algunos de mis alumnos. Me gustaría compartir los resultados.
Lo que hicimos fue realizar una simulación del mercado de trabajo. Mientras que algunos cumplían el rol de trabajadores buscando empleo otros eran empresarios buscando a quien contratar. Empleados y empleadores se encontraban en el mercado de trabajo y negociaban sus salarios. Los empresarios tenían un presupuesto disponisble para contratar la mayor cantidad de trabajadores posibles. Los trabajadores tenían un salario de reserva por debajo del cuál no les resultaba rentable firmar un contrato.
En la primera ronda de negociaciones dejamos a empleados y empresarios negociar libremente sus salarios. Una ronda típica arrojaba los siguientes resultados:
Mientras que el eje horizontal indica un rango de ingresos el eje vertical indica la cantidad de personas percibiendo esa remuneración.
El salario promedio en estos casos solía rondar los $1.000 y en casi todas las rondas la totalidad de los trabajadores conseguía empleo. (A la luz del último premio Nobel, me es imposible no mencionar a éstos autores y sus explicaciones de porqué en algunos casos empleados y empleadores no lograban encontrarse aun cuando ambos estaban satisfechos con los salarios promedios pagados en el mercado).
Al observar estos resultados pasaba a preguntarle a los alumnos qué medida aplicarían ellos, como ministros de economía, para "mejorar" el ingreso de los trabajadores más pobres. Olvidandonos por un momento de los explotadores y abusadores empresarios, la pregunta se enfocaba exclusivamente en mejorar los ingresos de los asalariados más pobres.
Una de las respuestas más escuchadas fue la implementación de un salario mínimo. Si queremos evitar que haya personas con ingresos menores a $X, ¿qué más sencillo que imponer un salario mínimo de $X?
Procedíamos entonces a una segunda ronda de negociación habiendo sancionado internamente la Ley de Salario Mínimo con el objetivo de ayudar a los trabajadores.
Una ronda típica con salario mínimo arrojaba los siguientes resultados:

El área roja a la izquierda señala el rango de salario prohíbidos por ley (y en contra tanto de sus reclamos como de la realidad, no les permitimos a los alumnos operar en el mercado negro).
Una primera impresión puede hacernos concluir que la Ley del Salario Mínimo logró su objetivo al eliminar por completo al grupo de trabajadores con salario inferiores a $1.500. Sin embargo, basta solo una segunda mirada para detectar que a la derecha del gráfico ha aparecido ahora un nuevo grupo: el de los desempleados.
El salario mínimo puede prohibirle a las empresas pagar menos de $X, pero no puede además obligarlas a contratar. Es así que ante la presencia de un salario mínimo todos aquellos trabajadores cuya producción vale menos de lo que la ley establece como remuneración mínima, simplemente quedarán desempleadas.
Comparemos los resultados de este ejercicio antes y después de imponer un salario mínimo:
Cuanto la gente opina sobre las consecuencias del salario mínimo, por algún motivo suele concentrarse sólo en lo que indica la primera fila. Evidentemente con un salario mínimo las personas con trabajo ganaran en promedio más que sin esta regulación. Ahora ¿por qué motivo habría uno de omitir el hecho de que esta medida también deja a algunas personas con un salario igual a $0 (desempleadas)? Si incluimos a estos individuos en nuestros cálculos observamos que el salario promedio con regulación es aun más bajo que el obtenido en un mercado libre.

Lo dije ya y no me cansaré de repetirlo. El salario mínimo es una medida nefasta, no sólo por desincentivar la inversión y la competencia en el mercado sino especialmente por condenar a quienes menos ganan a ganar aún menos.

jueves, 7 de octubre de 2010

miércoles, 6 de octubre de 2010

Nuestra política hacia los comentarios

Cuando alguien más que nosotros dos empezó a leer este blog fue sólo cuestión de días hasta que apareciera el primer comentario. En ese mismo instante se nos planteó un interrogante. ¿Qué política queremos adoptar con respecto a los comentarios? Algunos bloggeros, por orgullo o pasión, han optado por responder a todos y cada uno de los comentarios de los lectores. Otros, por vagancia o indiferencia han decidido seguir una política de comunicación unilateral (limitandose a opinar únicamente a través de los posts y no respondiendo comentarios). Si tuvieramos que identificarnos con alguno de estos grupos, diríamos que pertenecemos al segundo.
Sin embargo, como la vagancia es poco marketinera, decidimos elaborar la siguiente explicación de por qué decidimos (casi) no intervenir en el debate generado por los comments. Esto es a lo que llegamos:

John Stuart Mill ha provisto una interesante explicación de como funciona el mercado de las ideas. En este mercado, los actores producen teorías, ideas o conjeturas que comparten con los demás. De ser esta una teoría creíble, lógica o consistente ganará la aceptación popular. Si la idea es falsa, contiene errores lógicos o carece de argumentos creíbles, entonces los "consumidores de ideas" elegirán adoptar una teoría alternativa. De esta forma es que las "buenas" ideas prevalecen sobre las "malas" (quedando la definición de buenas o malas a criterio exclusivo del público en general y exentas de arbitrios individuales).
Dejenos creer que nuestro blog es un pequeño mercado de las ideas. Y en nuestro afán por promover el caracter competitivo de este mercado es que intentaremos limitar al máximo los privilegios que nosotros, como monopolio comentador (al ser los únicos autorizados para postear), tenemos.
En palabras (adulteradas) de Fredrick Siebert: "Let all with something to say be free to express themselves. The true and sound will survive. The false and unsound will be vanquished. Government blog owners should keep out of the battle and not weigh the odds in favor of one side or the other."

Okey. Alguno estará pensando que esto es simplemente un chamullo retocado para justificar que estos dos pajeros no quieren ponerse a discutir con cada uno de los comentaristas. Es una teoría válida. Lo invito entonces, a defenderla en nuestro pequeño mercado de las ideas llamado Libres o Esclavos. Pero están avisados: "The true and sound will survive. The false and unsound will be vanquished".