martes, 15 de junio de 2010

Contra el matrimonio gay

Comparto la visión de Jeffrey Miron. No creo que el Estado deba obligar a los homosexuales a atarse a un contrato inalterable como es el matrimonio. No creo que el Estado deba obligar a los homosexuales a seguir las estrictas normas que el contrato de matrimonio establece para su disolución (el divorcio). No creo que el Estado deba obligar a los homosexuales a disponer de su patrimonio luego de fallecidos de la forma que establece el inalterable y rígido contrato del matrimonio. Por este y otros motivos similares, no creo que el Estado deba obligar a los homosexuales a someterse a un contrato único e inalterable como es actualmente el del matrimonio. No creo que el Estado tenga derecho a establecer un único contrato posible para la unión de las personas.
Creo, por el contrario, que cada persona debería ser libre de firmar el contrato de unión civil/matrimonio/casamiento/unión amorosa que desee. De esta forma, este contrato se adaptaría plenamente a la voluntad de todas las partes (notar el uso de la palabra todas en lugar de ambas). Las infinitas posibilidades que abriría ese contrato y la forma en que estas beneficiarían a los conyuges será material de otro post (o de los comentarios).

Alguno habrá notado que todos los argumentos hasta acá presentados se aplican a los homosexuales tanto como a los heterosexuales. Unos y otros se ven limitados por las imposiciones que el gobierno establece a todos aquellos que no firmen su contrato llamado "matrimonio". Es por eso que estoy en contra del matrimonio homosexual, pero solo en la misma medida que me opongo al matrimonio heterosexual. En resumen, me opongo al matrimonio (refiriendome siempre con la palabra matrimonio al contrato legal prefijado y rígido que establece el gobierno y no a la simple unión amorosa de dos personas).

Para terminar, quiero aclara un punto que no es para nada menor. Si bien me opongo al matrimonio en todos los casos, dado que el Estado garantiza ciertos derechos a un grupo de la sociedad como son los heterosexuales (al mismo tiempo que viola otros), creo que está obligado también a otorgarle este derecho a los demás grupos.

A continuación, mi orden de preferencias sobre la cuestión del matrimonio:

[FIRST BEST]:  No existe el matrimonio (el Estado no limita a sus ciudadanos a firmar este contrato específicamente sino que les permite pactar entre ellos las condiciones de su unión)
[SECOND BEST]: Si existe el matrimonio, se encuentra disponible para TODOS por igual (todos=dos hombres, dos mujeres, 2 hombres y una mujer, 3 mujeres, 3 hombres, 2 hermanos, 2 hermanas, etc)
[THIRD BEST]: Situación actual. El gobierno sólo habilita el contrato de matrimonio a personas con una de las tantas preferencias sexuales disponibles.

6 comentarios:

  1. "Third best" = Worst?

    No entiendo el argumento. Nadie está "obligado" a casarse. El hecho de que exista la institución no tiene por qué ser una violación de los derechos de los individuos. ¿Dónde hay un elemento de coerción? Supuestamente el matrimonio es un contracto elegido voluntariamente. La existencia del matrimonio no excluye la posibilidad de crear otros contratos. ¿O sí? (Hablo desde una posición de total ingenuidad respecto a la legislación respecto a contratos alternativos)

    Si se aprueba el matrimonio homosexual, nadie estaría "obligando" a homosexuales que se casen. Entonces, ¿no es mejor que por lo menos exista el derecho para quien la quiere? En la situación actual, se están violando más derechos que si existiera el matrimonio gay. (Sería la violación de derechos de un grupo menos, como después se podría incluir a los polígamos o quienes quieras). Asi que si estás midiendo las cosas según la lógica "menos derechos violados, mejor", entonces, ¿no es una medida favorable el matrimonio homosexual?

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  2. Sin dudas la situación con matrimonio homosexual es mejor en términos de "menos derechos violados". Por eso la posiciono como la second best, por encima de la actual.

    Ahora, tu primer punto me parece muy importante y de hecho es uno que durante mucho tiempo me hizo repensar esta posición.
    El matrimonio no es un elemento de coerción per se. Sin embargo, la figura de matrimonio establecida por el estado se ha convertido en un monopolio en termino de uniones entre personas. Y es a traves de otras legislaciones que el estado coerciona a los individuos apoyandose en la figura del matrimonio. Algunos ejemplos de eso son:
    1) la ley establece que la herencia debe destinarse, en parte, obligatoriamente al conyuge (de acuerdo al matrimonio). Si yo decido unirme con otra persona a traves de un contrato distinto del matrimonio, esta persona no tendra derecho a mis bienes una vez que muera. Aun si asi lo hubiesemos expresado en el contrato, este expresión de voluntad de las partes sería invalida a la luz del inflexible contrato que es el matrimonio.
    2) En mucho de lo que refiere a la ley laboral, asignaciones familiares, etc, nuevamente la figura del matrimonio es la unica que aparece reconocida a estos fines. Y lo mas importante, es que no ni los empleadores ni los empleados tienen la posibilidad de flexibilizar sus contratos laborales a los fines de aceptar otro tipo de union.

    Yo tampoco soy un gran conocedor de las implicancias legales especificas del matrimonio. Sin embargo, me basta con reconocer algunos de estos casos en donde la figura del matrimonio no constituye una violacion de los derechos de los individuos per se, pero si una herramienta con la que el estado articula luego otros elementos de coercion.
    ¿Seria aceptable entonces preservar la figura del matrimonio en tanto y en cuanto se eliminen todas estas otras legislaciones vinculantes a este contrato en particular? Posiblemente si. Es un lindo tema para seguir pensando. Gracias por aportar.

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  3. Cuanta calle te falta flaco...

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  4. Al "Anonimo" que opina anteriormente le digo: no tenes posibilidades de contribuir a esta discusion con alguna idea, o simplemente tu cerebro no puede producir ideas?

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  5. Seguramente la calle (entendida como experiencia de vida) da algo de sabiduría. ¿Porqué no compartís con nosotros tu calle?

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  6. No estoy de acuerdo con la expresión "en contra del matrimonio .. (ya se homosexual o heterosexual)". Pienso que es una opción brindada por las instituciones para los habitantes. Uno la toma o la deja.
    Creo que si le pedimos a nuestras instituciones que nos den la libertad de unirnos legalmente con personas del mismo sexo o de consumir cualquier tipo de droga; también debemos pedirle y EXIGIRLE que nos ofrezca la posibilidad del matrimonio con todo lo que eso hoy por hoy implica. Lo tomas o lo dejas.
    Pero la posibilidad debe existir.
    Es una de las primeras veces que no estoy de acuerdo con tus argumentos.
    Sin embargo, coincido con vos en que la tercer opción es la peor. Me avergüenza vivir en un país que no permite el matrimonio homosexual.

    Saludos!

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