miércoles, 12 de mayo de 2010

Contra el Bicentenario

CONTRABANDO: introducción o exportación de géneros sin pagar los derechos de aduana a que están sometidos legalmente.

En la época del Virreinato, la economía de Buenos Aires se desarrollaba principalmente en base al contrabando.
Para celebrar los 200 años de nuestra patria "libre", recordemos algunos vocablos vinculados con la actividad criminal:
(1) HURTO: tomar o retener bienes ajenos contra la voluntad de su dueño, sin intimidación en las personas ni fuerza en las cosas.
(2) ROBO: quitar o tomar para sí con violencia con fuerza lo ajeno.
Ahora, teniendo claras estas definiciones, leamos lo que publica La Nación sobre los festejos del 25 de mayo:

"Para todo el año, el Bicentenario tiene una partida de $ 163,9 millones, de los cuales $ 32,7 millones ya están comprometidos, lo que implica un 20% de ejecución, según datos oficiales del Ministerio de Economía."

En otras palabras, el Estado tomará de cada familia parte de sus ingresos para financiar esta celebración, y lo hará sin su consentimiento. De acuerdo a la definición (1), tomar de otro sin su consentimiento significa hurtar. Dado que en caso de no colaborar con el Estado, los individuos deberían enfrentarse al monopolio de la fuerza estatal, la definición (2) nos indica que este acto debe ser identificado no como un huerto sino como un robo. Tan simple como eso. 200 años haciendo honor a aquella actividad ilegal que hizo famoso este humilde puerto sureño.
El libertarianismo es la filosofía que defiende los derechos de los individuos. Si aceptamos esta premisa entonces necesariamente tenemos que aceptar que el Estado no puede organizar una celebración como ésta sin violar el derecho de cada individuo a disponer libremente de su propiedad, su ingreso. En otras palabras, el Estado no puede organizar un acto del Bicentenario que cueste $160 millones y obligar a todos sus ciudadanos a financiarlo. Si así lo hiciese, estaría violando los derechos de las personas, estaría cometiendo un robo y estaría convirtiendose en un ladrón. Que Dios y la patria se lo demanden...

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo, los festejos del bicentenario a mi me importan poco y no me gustaría que se use mi plata para financiarlos.
    Ahora, desconozco el mecanismo con el que fué aprobado dicho presupuesto, pero me imagino que no habrá sido en forma arbitraria por unos pocos... O prefiero creer...

    Peor aún, se están repartiendo diarios gratuitos del bicentenario en todos los puestos de diarios. No se le ocurrió al gobierno una mejor forma de hacer propaganda política?

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  2. Dentro del marco de discrecionalidad que la ley le reserva, el Gobierno puede decidir la asignacion de partidas, y por lo tanto, desde el punto de vista formal, ahi reside la legalidad de estos fondos. Ademas, como haria el Gobierno para gobernar si tuviera que consultarnos cada decision que va a tomar? Seria imposible. No considero esto ni un robo ni un hurto.

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