viernes, 27 de agosto de 2010

La verdadera "democratización" de Papel Prensa

La palabra "democracia" o "democratización" debe ser probablemente el término más abusado, maltratado y mal usado de la retórica política. Mientras que las virtudes de la democracia son numerosas, la enunciación ecuménica y ciega de este valor puede en ocasiones hacernos olvidar su verdadero significado. Nuevamente el gobierno actual nos sirve de un triste ejemplo para ilustrar este punto.

¿A qué se refieren quienes defienden una "democratización" de los medios de comunicación? Aplicando el concepto de democracia en una versión tal vez algo exagerada (pero probablemente mucho más fiel al verdadero significado del término), un esquema democrático de los medios de comunicación podría ser algo así:
  • Se presentan a elecciones los distintos medios de comuniación (de derecha, de izquierda, oficialistas, opositores, comunistas, Nazis, Clarín, La Nación, Libres o Esclavos, etc).
  • Se realizan elecciones una vez cada cuatro años para decidir cuál es EL medio de comunicación que el pueblo elige.
  • El medio elegido es otorgado el monopolio de la impresión distribución y generación de noticias por 4 años, pudiendo ser reelegido para un próximo mandato.
  • El pueblo se congrega en el Obelisco, algunos más satisfechos que otros, pero todos igual de felices de que este resultado haya sido alcanzado a través de un proceso "democrático".

Nadie puede negar que éste es un proceso plenamente democrático. Aun así dudo que muchos aprueben la aplicación de esta metodología. Okey, algunos me dirán que el problema radica en elegir un solo medio y de esta forma restringir la pluralidad de opiniones. Supongan entonces que en las elecciones no se elige un solo medio sino dos, tres, cuatro o diez. Supongan además que para defender a los medios más pequeños se aplica algún sistema de representación no plenamente proporcional (estilo D'Hont) como en las elecciones legislativas.
Podríamos seguir inventando modificaciones a este sistema "democrático". Pero cada una de ellas nos alejaría de lo que realmente es la democracia y nos acercaría a una representación proporcional efectiva. Es decir, un sistema donde las decisiones no se toman imponiendo la voluntad de unos sobre otros, sino un esquema en el cual los acuerdos surgen únicamente del consenso voluntario de las partes y el resultado final es la representación perfecta y proporcional de los deseos y las voluntades de los individuos. En la búsqueda de ese esquema que permita representar de la forma más fidedigna y efectiva posible los deseos de la sociedad hemos abandonado por completo cualquier tipo de mecanismo electoral para llegar a un sistema de representación efectiva llamado mercado.
En un mercado donde las empresas compiten por captar lectores ninguna mayoría puede imponer sobre otros la obligación de mantener a tal o cual medio. Quien quiere leer un diario de derecha puede simplemente comprarlo, sin tener que depender de que una mayoría apoye su decisión. Sólo aquellos diarios, radios o noticieros que satsifagan los deseos del consumidor pueden subsistir. Esa es la verdadera "democratización" de los medios que deberíamos perseguir. Aquella donde la democracia hace referencia al poder del pueblo para gobernarse. Pero no imponiendo las voluntades de unos sobre los otros sino garantizando la conformidad de todos y cada uno de los actores que realizan una transacción en el libre mercado.

1 comentario:

  1. mm de acuerdo. pero la democracia en cuanto a los medios de comunicación tendría que contemplar la posibilidad de ACCESO a una variada oferta de medios, y la posibilidad de que SURJAN medios variados.

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