Hoy fui a La Paternal a ver el partido de AAAJ contra El Más Grande. Nada de lo que pase esta tarde de domingo puede llegar a vincularse con los temas que tratamos en este blog. O al menos eso creía...
Cuando terminó el partido y volví a mi auto me encontré con que me habían robado una de las ruedas traseras. Los delincuentes, sin embargo, habían tenido la amabilidad de dejar, a un costado del auto y bien apiladas, las tuercas que habían sacado y que serían necesarias para poner la rueda de auxilio. Superadas las correspondientes puteadas a oídos de nadie pasamos a las reflexiones propias de un economista.
En los últimos tiempos el gobierno ha aplicado una serie de medidas orientadas a limitar, dificultar, gravar, restringir y/o prohibir la importación de ciertos artículos al país. Uno de esos artículos son las ruedas de automóvil. Lógicamente esto genera que la oferta de neumáticos en nuestro país sea menor. Esta menor oferta se traduce en primer lugar en mayores beneficios para los emprsarios amigos del gobierno que son apañados por estas medidas proteccionistas. Pero más importante aún (al menos para los aficionados del fútbol que debemos frecuentar turbios barrios solitarios domingo por medio), este medida proteccionista se traduce en un aumento sustancial del precio de las gomas en el mercado interno.
Sumemos:
(a) el hecho de que el precio de las ruedas se mantiene artíficialmente alto producto de las restricciones del gobierno a la importación con
(b) la escasez generada producto de las dificultades del mercado local para abastecernos de las mismas y agreguemosle
(c) lo sencillo que resulta para un ladrón sacar 5 tuerquitas en una calle solitaria cuando todo el barrio está pendiente de ver rodar una pelota
y no es difícil entender porque cada vez son más los que deciden dedicar su tiempo a la rentable tarea de robar y revender neumáticos.
Uno de los argumentos más comunmente escuchados a favor de las medidas proteccionistas es que permiten el desarrollo de la industria nacional y favorecen la redistribución. Aunque planeo seguir defendiendo que estos argumentos son incorrectos debo reconocer que tanto el crecimiento de la industria de robo de neumáticos como la mejora en la distribución de las mismas (antes yo tenía 4 y el ladrón ninguna. Ahora yo tengo 3 y el 1) nunca hubieran sido posibles sin la ayuda de este gobierno. ¡Futbol (y ruedas) para todos! ¡Gracias Cristina!
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| Quien la encuentre por favor reportarlo a libresoesclavos.blogspot.com |
Tu final me hizo reir mucho, creo q es valioso que hayas logrado descubrir el factor redistributivo de la riqueza en el hecho. Es obvio que Cristina está detrás de todo esto.
ResponderEliminarAsimismo admiro que te hayas tomado el tiempo de analizar este hecho económicamente, eso es ser un economista de raza kiguel!
Pregunto, las tuercas te las abran dejado xq su producción no esta protegida de las importaciones y son más baratas? je
Mateo:
ResponderEliminara mi me paso lo mismo pero con mi auto y tu pensamiento me hizo reflexionar sos un gran pensador kiguel te admiro
TUS COMENTARIOS Y REFLEXIONES SIEMPRE ME PARECEN MUY INTELIGENTES, INTERESANTES Y GENERALMENTE LOS COMPARTO.
ResponderEliminarNico, creo que la ecuación que manejas es la adecuada. La ganancia percibida por el ladron en caso de exito es elevada (por el precio de los neumaticos) pero el factor determinante es que la probabilidad de ser atrapado que maneja el delincuente es baja. Eso se debe a que las medidas de seguridad estan destinadas a brindar garantias dentro de los estadios y ademas que el robo de neumaticos no requiere una gran logística. Distinta probabilidad manejaría en caso de querer robar un auto, donde la probabilidad de ser atrapado es obviamente mas alto. Creo que el precio de los neumaticos dificilmente se modifique. Asimismo tampoco creo que se afecten considerablemente los incentivos del ladron (a menos que un neumatatico valga muy barato, lo cual es improbable). Creo que la solución es modificar el factor de probabilidad que maneja el delincuente...pero como buen economista sabras que eso cuesta caro. Poner un policia adicional en la calle le cuesta caro al Estado y lo paga toda la sociedad. Por ende, quizas tampoco se tengan los incentivos necesarios para intentar afectar la probabilidad que el ladron tiene de ser atrapado. O quizas hayan otros metodos de modificar la probabilidad que maneja el ladron que no sea poniendo mas policias. De cualquier manera, influenciando dicho factor, modificamos los incentivos del ladron.
ResponderEliminarEl ultimo factor que me gustaria considerar es el costo de oportunidad. Cual es el costo de oportunidad que maneja un delincuente? Creo que por ese lado tambien puede surgir una explicacion de porque el delincuente decide robar en vez de dedicarse a hacer otras tareas, aunque sean menos rentables.
Existe una una solución parcial gente. Se llama tuerca de seguridad y se puede comprar en cualquier gomería. Este método no va a evitar que te roben si ese es su objetivo, pero puede alentar a que le roben al auto de enfrente en vez del de uno. Ahí tenés tu logística Martolaz
ResponderEliminarMuy buena Ivan. Me hiciste acordar del chiste del economista q cae en una isla, tienen una lata de comida y cuando le preguntan como hacer para abrirla empieza: "bueno, si tuvieramos un abrelatas..."
ResponderEliminarIvan es el que llevo el abrelatas!!!
Me voy ya a comprar tuercas porque van a subir de precio!!!
Bravo!! Buenísimo el post y brillante la conclusión que me hizo caer al piso de risa.
ResponderEliminarTambién pensé al leerlo que todo robo o acto delictivo, es un acto racional e implica una ecuación costo-beneficio en algún punto.
A la larga, entender el crimen de esta manera nos puede llevar a combatir mejor la inseguridad que con planteos como "el ladrón es una víctima de la marginación social" o "hay que combatir la inseguridad con educación"...
A mí nadie me enseñó a "no robar", fue siempre una cuestión de incentivos (Ej. Si le robaba algo a un compañero me rompía la cara o, más tarde, si robo un auto puedo llegar a ir preso).
Abrazo!
Me corrijo:
ResponderEliminarA mi nadie me enseñó a "no robar" en el colegio, fue siempre una...