lunes, 13 de septiembre de 2010

Maldito Salario Mínimo

El archivo no nos deja mentir. Hace un tiempo escribimos un artículo titulado "¿Necesitamos un salario mínimo?". Nuestra postura es que NO y que imponer un salario mínimo generará más daños que beneficios a la sociedad al dejar desempleadas a todas las personas cuyo trabajo vale menos que el mínimo dictaminado.
Nos criticaron, nos cuestionaron, nos atacaron (lo cual admitimos, nos gusta un poco...) y aun así seguimos defendiendo que un salario mínimo no solo es prescindible sino que además es nocivo. Pero basta de palabras. En la cancha se ven los pingos...
-El salario mínimo era de $1.500 hasta hace un mes.
-Más allá de los reclamos gremiales que llegaban a los $1.900 el salario mínimo aumentó sólo a $1.740.
Si bien a primera vista parecería ser que el salario mínimo aumentó, esto no es así. Debemos considerar no sólo el número que aparece en el recibo de sueldo a fin de mes sino el poder adquisitivo que ese sueldo tiene. Si el salario de una persona se duplica en un año pero los precios en esa economía se cuadriplican, entonces ese empleado no tendría ningún motivo para estar feliz ya que su sueldo habría bajado a la mitad. Su jefe, por el contario, sabe que debe vender la mitad que el mes pasado para llegar a pagar el sueldo. Lo que debemos mirar son las variables reales.
En este caso el salario mínimo aumentó un 16%. Si consideramos que la Inflación Verdadera ronda el 25% anual entonces el salario mínimo real no aumentó sino que disminuyó luego de las negociaciones del mes pasado. ¡Pero que mala noticia! -dirán algunos gremialistas. ¡Pobres trabajadores!-reclamarán otros.
Mientras se secan sus lágrimas de cocodrilo, a aquellos defensores del salario mínimo puede interesarles conocer estos datos publicados en una nota que La Nación tituló: "Prevén que seguirá creciendo el empleo en el cuarto trimestre". Algunos datos hablan por si solos:
  • El 22% de las empresas argentinas contratará más empleados en los próximos tres meses; sólo el 5% prevé despidos en ese período y para el 72% no habrá cambios.
  • La tendencia que marcan las cifras de este sondeo son confirmadas por el índice de demanda laboral de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) [...] En agosto, ese índice aumentó el 2,6%
¿Es posible que esto sea una mera casualidad? Si, es posible ¿Es posible que no haya conexión alguna entre el hecho de que las empresas pueden elegir libremente el salario que desean pagar y que éstas deseen contratar más trabajadores? Si, es posible. Ahora, ¿no es lógico pensar que si el salario real que a las empresas se les obliga a pagar disminuye entonces serán más las empresas que podrán surgir en el mercado? ¿y no es probable que a medida que nuevas empresas aparecen también lo hagan nuevos puestos de trabajo?
Responder con certeza a estas preguntas es tarea que quedará en manos de algún econometrista curioso. Por el momento puedo conformarme sabiendo que, aun cuando el argumento pueda estar equivocado, oponerse al salario mínimo no es un acto de maldad o crueldad. A menos claro, que la concepción del mal incluya el hecho de que sólo 5 de cada 100 empresas planeen despedir a sus empleados este año y que 22 de cada 100 planee aumentar la cantidad de trabajadores contratados. Pero claro, que todo esto suceda luego de que el salario mínimo real disminuyó casi un 10%, siempre puede ser una mera coincidencia...

1 comentario:

  1. No veo como con esto defendés tu idea. Básicamente lo que dicen tus datos es que bajo el salario real y que por lo tanto aumenta la demanda de trabajo ante una mano de obra más barata. Lo cual es lógico. Ninguna novedad ahí. Ahora todo esta algarabía se da en un contexto en el cual el salario mínimo sigue en pie. No veo como tus datos le pegan la estocada mortal al salario mínimo.
    Lo que si me gustó mucho de tu nota es que mostrás que el sindicalista promedio es un mero charlatán si se preocupa solo por conseguir aumentos mediocres del salario nominal y no toca el tema de la inflación, sabiendo que en verdad el salario real del obrero va a bajar. Para el es una victoria política más y que los muchachos se den cuenta del engaño a fin de mes cuando les alcance la plata aun menos a pesar del aumento.
    Me gusta tu blog Kiguel, aunque seas un liberal empedernido. Sigan así chicos.

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